Los ninos y la Covid 19

En el año 2020, el mundo fue tomado por sorpresa, viéndose obligado a enfrentar una crisis global debido a la infección provocada por una enfermedad llamada Coronavirus. Esta enfermedad provocó una pandemia y para combatirla, los líderes mundiales, junto con la Organización Mundial de la Salud, decidieron adoptar varias medidas, algunas de las cuales son la distancia y el aislamiento social.

Estas medidas se tomaron para tratar de controlar la propagación de la contaminación por enfermedades en la población. Sin embargo, lo que podemos percibir hoy es que la distancia social ha tenido y sigue teniendo impactos negativos en la vida de las personas, en sus ciudades, estados o países.

Entre todas las personas afectadas, esta enfermedad ha provocado varios trastornos en la vida de los niños y, lo que podemos ver, es que ha habido numerosos cambios de comportamiento en estos niños, debido a diversos factores, tanto externos como del entorno familiar. Entre algunos de estos factores podemos mencionar la falta de estimulación adecuada al nivel de desarrollo, violencia, maltrato, abandono y conflictos, disciplina abusiva y coercitiva, desnutrición, baja escolaridad, desempleo e inestabilidad financiera, alta densidad habitacional en el hogar, problemas de salud mental de los padres, entre otros.

En este sentido, podemos ver que estos entornos familiares se han convertido en un verdadero caos, independientemente del factor de nivel socioeconómico, afectando directamente a los niños, ya que la pandemia extinguió varios hábitos practicados en la vida diaria, como la falta de actividades, rutinas o rituales regulares, previsión, control, estimulación provocando conflictos continuos.

Así, ante todo este trastorno provocado en la vida de los más pequeños, podemos concluir que necesitan recibir una atención especial, para evitar futuros problemas psicológicos, es necesario que se les permita expresar sus sentimientos, establecer rutinas y responder preguntas, tal como deben hacerlo los padres, comprender la irritabilidad y algunas regresiones en sus comportamientos.

Por lo tanto, debemos entender la necesidad de utilizar estrategias efectivas para que la familia responda, cuide y proteja el futuro de los niños, ya que COVID-19 no es la única epidemia que amenaza a la humanidad, ni será la última.

 

Aline Baggio Uchoa Danzer

18/11/2020

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